Traición

31.01.2013 11:52
Rosario Arpe García

 

Cuando yo bese tus labios

fue tan grande mi emoción

que sentí temblar mis

pulsos y pararse el

corazón.

 

Me parecías tan bella tan

buena me parecías que

juraba y perjuraba que otra

como tu no había.

 

Por eso cuando tu traición

Me contó el amigo aquel

sentí deseos al pronto de

arrancarle hasta la piel.

 

Y tuve que convencerme

con los ojos de mi cara,

que no era el quien mentía

sino tu quien me

engañaba.

 

Y los pulsos me temblaron

y el cielo se oscureció

y volvía sentir de nuevo

pararse mi corazón.