Clausura de la Exposición de nuestros asociados en Morata de Tajuña

29.06.2017 12:15

El pueblo de Morata de Tajuña se distingue, entre sus muchas virtudes, por su carácter acogedor. Así lo percibimos en nuestra Asociación desde que, hace ya bastantes años, venimos celebrando allí anualmente la Exposición con las obras de nuestros socios, tanto las elaboradas en los talleres de nuestra sede como las realizadas fuera de ellos.

Todos los años montamos con gran cariño nuestra Exposición en la sala que el Ayuntamiento de Morata nos cede en la denominada Casa de la Cultura, institución de gran arraigo en la localidad, que fue creada en su día como obra social de Caja Madrid y funcionó como tal durante muchos años, hasta ser cedida finalmente a la Corporación municipal.

Este año nuestro tradicional viaje para visitar la muestra artística de nuestros socios lo hicimos el 13 de junio, fecha en la que correspondía proceder a su clausura después de haber permanecido abierta desde el día 2. Nuestro autocar llegó a las diez de la mañana y fuimos recibidos por Inma, una de las personas que regentan el restaurante “El Cid”, donde después íbamos a celebrar el almuerzo. Ella nos acompañó amablemente todo el tiempo que duró nuestra estancia en el pueblo.

Nos llevó en primer lugar a la ermita de la Virgen de la Antigua, levantada inicialmente en honor de San Sebastián, en el siglo XVI. Un siglo después, le fueron anexionados el porche y el campanario, y desde entonces estuvo consagrada a la Virgen de la Antigua, patrona del pueblo. Allí fuimos recibidos por uno de los religiosos encargados del culto, hombre muy amable, buen conocedor de todo lo referente a aquel santo lugar, que nos hizo una amplia descripción de la ermita, su historia y sus imágenes.

A continuación, siempre acompañados por Inma, convertida ya en amiga nuestra, visitamos un establecimiento especializado en la elaboración y venta de dulces típicos de la localidad, entre ellos las denominadas “palmeritas”, caracterizadas por estar cubiertas de un ligero baño de chocolate. Allí nos obsequiaron con una muestra de sus productos, de la que todos participamos en la medida de nuestro apetito, que a aquella hora, mediada ya la mañana, había alcanzado un nivel más que notable.

Tras ello, remediada ya la debilidad de nuestros estómagos, proseguimos nuestra ruta callejera buscando siempre el arrimo de las casas para aprovechar la poca sombra que sus fachadas nos deparaban, ya que el calor se hacía cada vez más intenso. De esta forma nos desplazamos hasta la iglesia y parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, cuya edificación dio también comienzo en el siglo XVI sobre otra iglesia más antigua.        

Todos los Jueves Santos, Morata de Tajuña mantiene la tradición, iniciada hace treinta años, de representar las escenas de la Pasión y Muerte de Cristo, con la intervención de un gran número de sus habitantes. Es un acontecimiento muy popular que atrae a muchos turistas; da comienzo  con el Sermón de la Montaña, en la parte alta del pueblo, y finaliza en la Plaza Mayor con el drama del Calvario y la Resurrección del Señor. En memoria de este acontecimiento, la Parroquia de la Concepción tiene expuestas unas fotos con algunas de las escenas representadas, que guardan una gran similitud con obras de maestros italianos del Renacimiento reproducidas en su parte inferior. Es una bonita muestra del fervor religioso de los morateños y de la difusión alcanzada por esta manifestación cultural, declarada de interés turístico. 

En nuestra visita a la iglesia fuimos atendidos por una señora muy amable y comunicativa, que se presentó a nosotros como sacristana, aunque puntualizó que más bien se la podía considerar como “multiusos”. Con gran simpatía y naturalidad, se explayó con nosotros refiriéndonos multitud de datos y pormenores, no sólo de la iglesia sino también del pueblo de Morata, al que se sentía fuertemente vinculada.

Desde allí nos fuimos ya a la Casa de la Cultura, donde nos deleitamos en la contemplación de los cuadros, dibujos, manualidades y labores de bolillos de nuestros asociados. Asistieron al acto de clausura de la Exposición el Alcalde y dos Concejales del Ayuntamiento de Morata de Tajuña, que quedaron muy complacidos ante el contenido de la muestra. Estuvo también presente Antonio, el profesor de nuestro taller de Manualidades, que nos hizo un reportaje fotográfico muy completo de la Exposición, del acto de clausura y de algunas de las etapas del viaje.

Finalmente llegó la hora de dirigirnos al restaurante, donde tuvimos el honor de contar con la compañía de Paloma, profesora de nuestras clases de Pintura, aunque el profesor de Manualidades no pudo quedarse por motivos familiares. Como ocurre siempre que vamos al restaurante “El Cid”, la comida resultó espléndida y transcurrió en un ambiente de gran animación.

Una vez finalizada, hubo baile en el que, por parte de nuestro grupo, la representación femenina desplegó todo su entusiasmo juvenil. Con ello, la sobremesa se prolongó hasta media tarde, en que fuimos llamados para iniciar el regreso a Madrid, finalizando así, a satisfacción de todos, un viaje inolvidable.

Texto: Juan Sánchez-Molero

Fotos: Antonio Sabador         

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